28-12-2010

Molestia

Mi blog, abandonado sistema dual, ha resultado ser una especia de brújula frente a mis indeterminaciones, que marchan en paralelo con mi norte, mi este, mi oeste y mi sur. Muchas veces, motivado por el rendimiento, me he desprendido de la denuncia, aspecto fundamental para quienes tienen éxito con esta herramienta. Yo no lo tengo, y cada vez me importa menos, sin embargo, hoy quiero practicar dicha didáctica. 

Estoy enojado. Sí, me enfadé. Me aburre algo que quizás, de cierto modo, fue una inspiración ínfima para mí, en tiempos pretéritos- adolescencia y un poquito más-. Pues bien, la situación es sencilla: la gente complicada. Sí, lo sé, soy un poco complicado para algunas cosas, por ello es que le agrego "lo" fundamental: la gente complicada que aparenta grandeza y le aburre lo simple.

Acúsenme de soberbio aquellos que me conocen, y está bien, pero nunca me he avergonzado de lo sencillo y lo imperfecto. Me agrada bastante lo común y corriente; me agrado yo, que soy muchas veces común y generalmente corriente; disfruto del arte y la ciencia, de leer y hablar tonterías; no tengo una pose predestinada para asuntos varios (snob); ni menos lenguaje acabado para lucirme con mis amigos y amigas. [Creo mucho en mitos, señor, los creo y a veces los invento].

Pues bien, todo esto lo provocó mi lectura en diversos blogs, en donde se les dedicaban entradas a Tori Amos y Alanis Morissette, dos de mis cantantes predilectas. Generalmente, a las personas que les gusta Tori y Alanis (en especial la primera), son tipejos de cultura elevada, taciturnos y lúgubres de apariencia y mentalidad, que juran de guata que aquello que escuchan es la sustancia más exquisita del mundo. La verdad de la verdad son los amantes de dichas artistas. Y claro, yo también creo que es exquisita dicha música- por algo me gustan- pero no por ello quito prioridad a lo otro. Cada uno con lo suyo: en la filosofía popular se contestan la mayoría de las preguntas, y qué sencillo es la simpleza del creerlo y confiar.

Con la, según ellos, inacabada música de la Tori Amos actual- para ellos un ser en decadencia que sólo gusta del botox y que ya no explota la cripticidad- es que confirmo mi hipótesis acerca de la molestia pegajosa de los hombres y mujeres que se creen superiores. Quieren que vuelva con un Boys for Pele, molestándole de sobre manera sus nuevas canciones, que califican como simples y de poca "importancia intelectual". Le regalan a su palabra la bondad de la escritura clásica, mandando a la mierda la nobleza de los pensamientos, y situándose como estatuas de la mente, expresando su verdad- única no sólo para ellos, sino que para todos- acerca de las canciones de la colorina. Y es eso lo que más me molesta, que usen sus palabras, sacadas de su quizás mente retorcida (palabra que les debe encantar) para crucificar a la cantante y pianista, producto de la no complacencia de sus deseos íntimos. ¿Por qué? Ellos no saben, lo aseguro, ¡jajajjaja! Cabe destacar, para que aprendan, que sus deseos no son los míos... aquello es básico, ¿no? 

No les gustan sus nuevos álbumes, al parecer le saben a China, canción antigua no muy querida por los torifílicos, y que a mí, casualmente, me fascina, y no por sus letras difíciles y su melodía sacada de catedrales en derrumbe, sino por su sencillez. Me parece una canción simple, y me encanta. Lo mismo ocurre con Ironic de Alanis Morissette. Muchas de aquellas hormigas agudas- me agrada el apodo- no la tararean porque todos la tararean. ¡Qué ridículo! Aquello es separarse de la muchedumbre, pregonando un "viva la diversidad", sacado de revista de farándula o de libro de autoayuda. No los vuelve distintos(as) ni mucho menos mejores, queridas hormiguitas agudas, sacar su aguijón con el objeto de no mostrarse tal cual. Es como si se avergonzaran. Y eso, no me agrada.

Aún sigo buscando palabras en el diccionario porque no sé ni lo que significan ni cómo se escriben, me sigo confundiendo con palabritas como "encendedor" y "cenicero", tartamudeo al decir "colorina", camino agachado cuando me pongo nervioso y no cito fuentes a medida que voy hablando con alguien, menos si lo/la vengo conociendo recién. Tampoco hablo de literatura todo el día: me río de pavadas la mayor parte del tiempo. Ah, y soy alegre a veces, y aun así escucho a Amos y Morissette. Si aquello no me hace especial, pues que me digan qué. 

¡Qué agradable es no tener que descifrar símbolos y significados todo el tiempo!

Videos varios:

China [Little Earthquakes, 1992], Tori Amos.



- Ironic [Jagged Little Pill, 1995], Alanis Morissette.



¡Y se acabó!

4 comentarios:

gabriela dijo...

Waaa, me gustó tu post. Wena anti snob, ¿cómo sobreviviste en literatura?
jajja

Ricardo Andrade Arancibia dijo...

Mumin!

Créeme que una de las razones de mi escritura fueron nuestros queridos compañeros de literatura!

Ya se viene la segunda parte. El desquite del tipejo que se sentaba atrás y no escribía con guiones! jajajajajaj!

Nos estamos viendo, cara de Gabriela.

Melu dijo...

Invitación especial a un blog más descentrado :)

http://meluciernaga.blogspot.com/

Saludos!

María José Oñate Alvarado dijo...

que bien que no soy de esa hormigas agudas...